El piloto marplatense aprovechó un breve receso de la actividad de la GT Open para regresar a su ciudad natal a recargar energías.
por Víctor Molinero
Tras un 2023 cargado por una exigente doble competencia, el piloto marplatense Marcos Siebert se decantó este año por participar en la International GT Open, la categoría que reúne a las mejores marcas del mundo con sus prototipos.
La categoría tiene programadas 8 fechas en los principales autódromos de Europa y Marcos, junto a su compañero mexicano Diego Menchaca pilotea el Mercedes AMG GT3 del Team Motopark que surge como uno de los grandes candidatos al título.
El año pasado, en la primera experiencia de ese equipo, pelearon por el campeonato pero resignaron terreno por la superposición de fechas con la European Le Mans Series (la categoría por la que Siebert tuvo que optar en ese fin de año apretado y terminó siendo campeón).
Hoy, dedicado a pleno a la GT Open, Siebert pudo darse un lujo en el medio del calendario. Tras la tercera fecha disputada el 26 de mayo en Bélgica, el marplatense viajó al país para recargar pilas de cara a la continuidad del campeonato, que lo tendrá compitiendo en la doble fecha prevista para fines de junio en Hungría.
“En las últimas temporadas no podía hacer esto de venirme a mitad de año. Pero ahora quedaban tres semanas entre una fecha y la otra y pude venirme a Mar del Plata. Es una buena forma para recargar energías”, sostiene el propio Marcos Siebert en diálogo con LA CAPITAL.
El Mercedes de Siebert en acción durante la pasada fecha de la GT Open.
“Me encontré con una Mar del Plata distinta. Más fría”, comenta con una sonrisa. “Es que las últimas veces venía en verano, me había desacostumbrado un poco a estas temperaturas”, confiesa.
Aquí, es agasajado por familiares y amigos con frecuencia. “Uno trata de mantener una conducta pero no me privo de nada. Estoy comiendo bastante en realidad. Te invitan a un asadito, una juntada. Es una forma de recargar pilas para afrontar lo que viene”, insiste.
Siebert se fue desde muy joven a probar suerte en el automovilismo europeo. En 2016 su nombre trascendió fronteras porque le ganó el título de la Fórmula 4 italiana a Mick Schumacher, el hijo de Michael, el legendario piloto de Fórmula 1.
El sueño de llegar a la máxima categoría del automovilismo mundial se chocó con la dura realidad del país: hoy no basta con ser talentoso en el manejo sino que es clave para desembarcar en la F1 el tema económico. Se necesita un fuerte respaldo monetario detrás.
Un par de años de parate y la pandemia no frenaron sin embargo la carrera de Siebert. El marplatense volvió con todo en 2023. Ganó el campeonato de la European Le Mans Series junto a Alex García y Adrien Chila, en Cool Racing y fue gran protagonista de la GT Open hasta que la que superposición de fechas se lo permitió.
En 2024 ya hizo podio en tres de las cinco carreras disputadas. En la última, en Bélgica, peleaba la punta tras tres horas de recorrido cuando un error del equipo en boxes al intentar cambiar un neumático le hizo perder 40 segundos al Mercedes, que finalmente terminó la prueba en el sexto puesto.
“El de Spa-Francorchamps es un circuito increíble, con un condimento especial. Son 500 kilómetros y hay cuatro paradas entre cambio de neumáticos y recarga de combustible. Es una prueba que requiere mucha estrategia. Veníamos muy bien, peleando por la punta, hasta que en una entrada a boxes, cuando me tocaba subirme al auto, se trabó la rueda trasera izquierda en el recambio y nos hizo perder 40 segundos”, se lamenta.
“Son carreras y puede pasar. Como decía Fangio, hasta que no se baja la bandera a cuadros no termina. Es una lástima porque puntuaba doble pero nos vamos a recuperar. Estamos muy bien como equipo y somos candidatos”, se entusiasma.
Marcos Siebert corre para el equipo alemán Team Motopark pero su objetivo es llegar a ser piloto oficial de una de las marcas. “Mercedes sería ideal por el conocimiento que ya tengo pero lo importante sería poder correr para cualquiera de las marcas. Ese es mi objetivo”, admite.
“Hoy lo que más está creciendo a nivel mundial dentro del automovilismo es el endurance. Por mi carrera y mi edad lo mejor son los GT, donde conviven las mejores marcas del mundo. Si sos piloto profesional podés correr en Europa pero también en Estados Unidos o en Asia. Se ha expandido mucho en los últimos años”, asegura.
“Todavía no arrancó el mercado de pases digamos. No tuve charlas con nadie. Pero la mejor charla y carta de presentación son los resultados así que tengo que enfocarme en andar bien en la actual temporada”, razona.
Siebert se radicó en Valencia porque, según asegura, “es una ciudad que en cierto modo se parece a Mar del Plata”.
“En cuanto a dimensiones son parecidas, son tranquilas, tienen playas”, agrega.
Las distancias europeas, más cortas que por estos lares, y las 8 fechas que tiene la categoría en el año, le permiten pasar gran parte del tiempo en su casa de Valencia.
“Viajo a cada carrera los miércoles y el jueves arranca la actividad. Después se prepara cada prueba con los ingenieros vía zoom desde mi casa. Es muy avanzado además el sistema de simulación. Yo tengo uno en casa y entreno ahí entre una y dos horas diarias. Cuando es un circuito que no conozco es una herramienta increíble. Por ejemplo, cuando fuí a Abu Dhabi, lo preparé ahí, en el simulador. Rodé bastante y es muy similar lo que hacés después en pista. Obvio que ahí podés tomar una curva a 200 kilómetros hasta que te salga y en la vida real si fallás en la primera te pegás duro. Pero es muy útil”, cuenta.
Pero la rutina diaria de entrenamiento no es sólo subirse al simulador. “Entre gimnasio y bicicleta hago unas cuatro horas el día” también.
Con respecto a su futuro inmediato, Siebert admite sentirse muy cómodo en la actual categoría aunque no cierra puertas.
“Siempre estoy abierto a distintas categorías pero no es algo que me quite el sueño. Sinceramente me siento muy cómodo en las carreras de endurance. Ya corrí fórmulas muchos años. Mi objetivo y donde quiero estar es en los coches de turismo y endurance”, asegura.
¿Y Argentina?
“Sin dudas me encantaría correr en Argentina. Y el TC es lo máximo. Soy muy amigo de Christian Ledesma y arranqué a correr un poco por él. Su hermano me preparaba el karting”, confiesa sobre su vínculo con el piloto marplatense que fue campeón del Turismo Carretera en 2007.
“Me gusta el TC. Hice toda mi carrera en el exterior pero si vuelvo me gustaría y lo intentaría. Lo sigo siempre que puedo desde allá. Por Christian pero también por amigos como Diego Ciantini, con quien compartí mucho en Europa. De hecho estaba en el mismo equipo cuando fui campeón de la Fórmula 4 italiana” recuerda.
Consultado sobre alguna preferencia de marca llegado el momento de incursionar en el TC repitió la lógica que aplica en Europa.
“Desde chico la que más seguí fue Chevrolet por una afinidad con Christian pero correría para cualquiera. Como piloto, lo que más nos gusta es correr”, reafirmó en el cierre.